La 'bella dama blanca', un símbolo de Santander
La historia del Hotel Real está ligada a la de Santander y la monarquía. Sus cimientos se forjaron en el año 1917, momento determinante para la modernización de la ciudad debido a un gran crecimiento urbano.
A lo largo de sus cien años de vida, el hotel ha luchado contra temporales, huracanes y tormentas desbocadas; ha sobrevivido a un gran incendio y a la Guerra Civil. También ha formado parte de los momentos más felices de la ciudad y sus habitantes, albergando grandes eventos y siendo sede de importantes recepciones políticas y culturales.
El Hotel Real también tiene un fuerte vínculo con la familia real, que comenzó a veranear en Santander en 1900, cuando Alfonso XIII tenía 14 años. Los efectos terapéuticos del agua del mar, conocidos como “baños de ola”, atrajeron al monarca, quien continuó disfrutando de la temporada estival en Santander a lo largo de su vida. Su interés por la ciudad le llevó a impulsar la construcción del Hotel Real, transformando aquella pequeña población en una de las urbes más importantes de España.
Desde su lugar privilegiado sobre la Bahía de Santander, el hotel refleja un intenso color blanco que le otorgó el apodo de "bella dama blanca", acuñado por el escritor Ignacio Sánchez Mejías.