Historia del edificio
Descubre la historia y los orígenes de nuestro emblemático edificio y del autor que con sus Cuentos de la Alhambra (1832) inspiró el espíritu y la decoración interior que hoy en día imperan en el Áurea Washington Irving 5*.
Descubre la historia y los orígenes de nuestro emblemático edificio y del autor que con sus Cuentos de la Alhambra (1832) inspiró el espíritu y la decoración interior que hoy en día imperan en el Áurea Washington Irving 5*.
Pocos se han apasionado tanto por la historia española como Washington Irving (1783-1859). Este escritor norteamericano pronto abandonó su carrera de abogado para dedicarse a la literatura y fue así como comenzó a publicar pequeños ensayos y poemas. A estas pequeñas publicaciones pronto las seguirían otras de mayor éxito.
Años más tarde, en 1826, fascinado por la figura de Cristóbal Colón, el autor de La Leyenda de Sleepy Hollow (1820), llegó a Madrid para estudiar unos documentos relativos al descubrimiento de América, y dos años después publicó una obra considerada la primera biografía de Colón: Historia de la vida y viajes de Cristóbal Colón (1828).
La pasión romántica de la época por el pasado y el exotismo, unido a su interés por la cultura hispano-musulmana, llevó a Irving a visitar Granada en 1829 como secretario de la legación americana en España. Durante su estancia, tuvo la oportunidad de empaparse con los cuentos y leyendas populares y de alojarse en las Salas de las Frutas de la Alhambra. Allí posiblemente se inspiró para escribir sus Cuentos de la Alhambra (1832), en los que muestra la Granada de la época, sus calles, gentes y costumbres; al tiempo que evoca las historias asociadas al palacio nazarí.
Extasiado por la majestuosidad de la Alhambra, Washington Irving rescata cuentos como la Leyenda de las tres hermosas princesas, en la que un rey musulmán encierra a sus tres hijas en una torre para evitar que se enamoren; la Leyenda del gobernador y el escribano, protagonizada por el ferviente conflicto jurisdiccional entre Granada y la Alhambra; o La aventura del albañil, que invita al lector a descubrir un tesoro escondido.
El relato de estas leyendas todavía retumba en las paredes de la Alhambra, y su sonido llega hasta este hotel, en cuyas habitaciones los viajeros pueden escuchar estos cuentos mientras contempla el Conjunto Monumental. Como no podía ser de otra forma, la obra de Washington Irving también está presente en nuestra biblioteca, que alberga varios volúmenes de primera edición presididos por las obras completas del autor.
Desde la visita del hispanista norteamericano a Granada, el Hotel Washington Irving ha convivido en el siglo XX con una lista interminable de huéspedes ilustres. Entre ellos destacan estrellas de Hollywood como Anthony Queen, Gregory Peck o Brigitte Bardot; y personalidades de la escena nacional como el premio Nobel de Literatura Camilo José Cela, el cantante Raphael, la pianista Alicia de Larrocha o el guitarrista Andrés Segovia.
Leyenda de las tres hermosas Princesas
Leyenda del Gobernador y el Escribano
La aventura del albañil
Desde que en 1493 Hernando de Zafra sugirió a los Reyes Católicos ocupar la Alhambra y éstos la convirtieron en Sitio Real, han sido muchos los viajeros extasiados ante la contemplación del palacio nazarí. El escritor estadounidense Washington Irving (1783-1859) fue uno de los más significativos.
Dominando la ciudad a 765 metros de altitud, el Áurea Washington Irving 5* no pierde de vista la Alhambra. Su fachada norte custodia el palacio fundado a finales del siglo IX, mientras el hotel descansa rodeado por el Paseo del Generalife, el Carmen de Los Mártires y el de Bellavista.
Los Reyes Católicos mantuvieron el carácter independiente de la ciudad palatina, generando así un importante núcleo de población cristiana. En los siglos XVI y XVII las necesidades comerciales, contribuyeron a la creación de fondaks o caravan-serrallos, germen de las fondas, surgidas a finales del siglo XVIII.
Pronto aparecieron los primeros hoteles. El origen del que nos ocupa se remonta al año 1821, en el que las escrituras describen una casa con “huerto y corral” comprada al Real Patrimonio de la Alhambra. Años más tarde su propietario la vendió a Don Benigno Ortiz. La Fonda de Ortiz es el origen del edificio actual, cuyo nombre aparece por primera vez en 1870, el año que la Alhambra fue declarada Monumento Nacional.
El interés por la cultura hispano-musulmana llevó a Irving a visitar Granada en 1829, siendo secretario de la legación americana en España. Durante su estancia se alojó en las dependencias de la Alhambra. Allí recopiló las leyendas que componen su obra Cuentos de la Alhambra (1832), en la que muestra la Granada de la época, sus calles, gentes y costumbres; al tiempo que evoca las historias asociadas al palacio nazarí.